- "Orar sin actuar no es suficiente."
- ―Lope de Fitero
Lope de Fitero fue un capellán y consejero del Papa Gregorio IX, quien ejerció como obispo de Córdoba.
Biografía[]
Emboscada en Córdoba[]
El Papa Gregorio IX le dijo a Lope de Fitero y Juan de Soria que dieran la bienvenida a Ajak y Phastos que llegaban a Córdoba. Ajak quería saber sobre la historia de Córdoba y la Reconquista, por lo que Fitero y Soria les contaron la historia del asedio que tuvo lugar el 29 de junio de 1236, durante el cual las fuerzas de Fernando III de Castilla lucharon contra los moros para llevar el dominio cristiano a Córdoba. Fitero señaló que deberían haber usado la pólvora negra en el asedio, pero Soria le recordó que no sabían cómo usarla. Soria se disculpó, ya que tenía asuntos que necesitaban su atención, mientras que Fitero notó que Ajak y Phastos estaban discutiendo sobre algo.
De repente, la ciudad fue atacada por los Desviantes, por lo que Ajak y Phastos le dijeron a Fitero que ayudara a los soldados y aldeanos, mientras ellos se quedaban para lidiar con ellos. Fitero luego adquirió su casco y una espada, y ayudó a Ajak y Phastos en la batalla, obligando a los Desviantes a retirarse. Ajak y Phastos se sorprendieron de que Fitero no fuera un simple consejero, sino un guerrero, y Fitero expresó su gratitud por salvar la ciudad del ataque. Fitero luego fue a hablar con los soldados y aldeanos, sin revelar nada sobre el papel de Ajak y Phastos en la batalla, sabiendo que les gustaría preservar su privacidad.
Un año después, el Papa Gregorio IX nombró a Fitero obispo de la diócesis de Córdoba, cargo que mantuvo hasta su muerte en 1245.[1]
Relaciones[]
Aliados[] |
Enemigos[] |