Marvel Cinematic Universe Wiki
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El L&L Automat fue un restaurante automático​ activo durante la década de 1940 en la ciudad de Nueva York. Angela Martinelli trabajaba en dicho lugar.

Historia[]

Persecución a Howard Stark[]

Margaret Carter cenó en L&L Automat mirando un periódico en el que se informaba sobre las últimas noticias acerca de Howard Stark y su supuesta traición a los Estados Unidos. La camarera Angela Martinelli vio una fotografía de Steven Rogers en el periódico de Carter y comentó que había asistido a uno de sus espectáculos en Passaic, además de haber quedado impresionada con el físico que Rogers tenía. Carter actuó como si no hubiera conocido a Rogers para ocultar su identidad como agente de la Reserva Científica Estratégica.

Martinelli se dio cuenta de que Carter se sentía deprimida; Carter explicó que su trabajo no era tan productivo como solía ser, ya que durante la Segunda Guerra Mundial tenía un propósito y una responsabilidad, las cuales ahora se habían convertido en tareas menores. Martinelli comparó su situación como aspirante a actriz, ya que ese mismo día había tenido una fallida audición.

Mientras hablaban, Martinelli tuvo que dejar a Carter debido a que un cliente grosero comenzó a quejarse de la comida. Carter preguntó la razón de que dicho cliente se comportara así, estando disgustada de que Martinelli tuviera que soportarlo. A pesar de que Martinelli tenía la misma opinión, aseguró no poder conversar de eso en sus horas laborales.

Carter se levantó a comprar un trozo de pastel en los dispensadores, y cuando regresó a su mesa, encontró una nota escrita en una servilleta que decía que alguien la esperaría en cinco minutos atrás del restaurante. Carter trató de averiguar quién dejó la nota, pero a su alrededor no había nadie sospechoso.

Carter salió del restaurante y fue interceptada por Edwin Jarvis, quien la saludó cortésmente y le dijo que vendría con él. Acto seguido, un auto en el fondo del callejón encendió las luces y Carter creyó que iban a emboscarla, así que rápidamente noqueó a Jarvis y empezó a correr. A pesar de que Carter intentó escapar, el auto logró acorralarla, y ella le disparó a uno de los neumáticos para obligarlo a detenerse.

Sorpresivamente, la puerta del automóvil se abrió y el conductor se reveló como Howard Stark, quien se disculpó por no haber llamado primero y bromeó preguntándole a Carter si lo había extrañado.[1]

Afligiendo un amigo[]

Margaret Carter se reunió con Edwin Jarvis en el L&L Automat para hablar sobre el descubrimiento de las capacidades del Nitrameno, aunque ella seguía triste por la muerte de su amiga, Colleen O'Brien.

Jarvis se disculpó por parecer insensible, y preguntó si el apartamento de O'Brien podría haber sido utilizado para rastrear a Carter, teoría que ella rechazó dado que O'Brien utilizó solo su nombre en el contrato de arrendamiento, por lo que nadie sabía que ella vivía allí.

Jarvis le consultó a Carter si O'Brien tenía algún familiar, pero ésta contestó que su amiga sólo tenía un hermano al que había perdido en la guerra. Carter aseguró que pesar de haber conocido a O'Brien apenas por unos meses, ella fue la única que la había ayudado y le había ofrecido quedarse en su apartamento cuando no tenía dónde vivir en la ciudad.

Carter seguía triste, sintiendo que había perdido a alguien querido nuevamente, al igual que como pasó con Steven Rogers. A pesar de todo, a Carter le emocionó que Howard Stark le pidiera ayuda, a causa de que no había tenido ninguna misión desde la Segunda Guerra Mundial, ella aceptó ayudarlo a encontrar a quien había asaltado su bóveda, sabiendo que esto la guiaría hacia el responsable de la muerte de O'Brien. Jarvis intentó animar a Carter explicando que de acuerdo con su historial de guerra, ella era una excelente agente y si sus colegas no lo veían, el problema no era de ella. Carter estuvo de acuerdo con Jarvis, pero afirmó que sabría si ayudar a Stark había valido la pena hasta que la operación terminara.[1]

Misión doble secreta[]

Margaret Carter y Edwin Jarvis se reunieron nuevamente en el L&L Automat y ordenaron una botella de leche para anotar la dirección de la fábrica, dado que un camión de la empresa Daisy Clover había sido utilizado para ocultar una carga completa de Nitrameno en la Refinería Roxxon la noche anterior.

Carter felicitó a Jarvis por su ayuda, asegurándole que su esposa estaría muy orgullosa de él, aunque dudó si ella sabía en qué estaba trabajando; ante esa duda, Jarvis aseguró que supuestamente estaba en el Penthouse de Howard Stark supervisando la extracción de una de las conflictivas amantes de su jefe. Jarvis luego se ofreció a revisar los archivos de Howard Stark sobre Leviatán, para ver si tenía alguna pista sobre la organización. Al notar el cansancio de Jarvis, Carter le recomendó descansar, sabiendo que la Destrucción de la Refinería Roxxon lo había afectado demasiado.

Después de que Jarvis se marchara, Carter vio al mismo cliente grosero que había tratado mal a Angela Martinelli unos días antes, pedirle dirigirse a su mesa para quejarse de su comida nuevamente, alegando que la comida en los campos de prisioneros de la Segunda Guerra Mundial era mejor. Después de que Martinelli aceptara cambiarle el plato, el cliente se burló de ella por ser torpe y le tocó una nalga, lo cual enfureció a Carter.

Carter tomó sus cosas para irse y se acercó a dicho hombre, al cual amenazó con apuñalarle la arteria braquial con un tenedor si su trato hacia Martinelli no cambiaba; después de explicarle lo doloroso que sería desangrarse sin que nadie lo ayudara, Carter le advirtió dejar una buena propina y salió del restaurante. Estando horrorizado, el hombre comenzó a colocar sobre la mesa varios billetes para Martinelli, quien sonrió al ver la propina que tendría.[1]

Buscando un apartamento[]

Margaret Carter comenzó a buscar otro apartamento después de la muerte de Colleen O'Brien. Carter visitó el L&L Automat y se vio obligada a escuchar el programa radial de las Aventuras del Capitán América mientras leía los anuncios clasificados en un periódico buscando rentar un lugar para vivir.

Carter, enojada por la representación ficticia y cómica de los eventos que había vivido, le pidió a Angela Martinelli cambiar el canal de radio, y ella lo hizo felizmente a causa de que había audicionado para el papel de Betty Carver y no lo había conseguido. Martinelli recitó algunas líneas de Carver, las cuales Carter se vio obligada a oír asrgurando también que las encontraba muy realistas.

Martinelli se dio cuenta de que Carter planeaba mudarse y la comparó con su primera compañera de habitación, con quien vivió durante seis meses hasta que se casó y terminó mudándose a Armonk. Luego comenzó a analizar los diferentes anuncios y desacreditó las mentiras ocultas detrás de sus elegantes titulares.

Carter dedujo que Martinelli estaba sugiriendo algo y ella le explicó que una de sus vecinas en el Hotel Griffith había abandonado el lugar recientemente, proponiendole a Carter la oportunidad irse a vivir allá, señalando las ventajas del lugar y especialmente el hecho de que serían vecinas.

Dado que O'Brien había sido asesinada por vivir con ella, Carter pensó que Martinelli y las demás inquilinas estarían en peligro si se iba al hotel, así que rechazó la oferta afirmando que Martinelli acabaría sintiéndose fastidiada con su presencia. Cuando Martinelli insistió, Carter aseguró que un amigo le había "recomendado" un apartamento y se dirigiría a verlo en ese instante.[2]

Una mala vecina[]

Margaret Carter se dirigió a L&L Automat a reunirse con Edwin Jarvis, con quien viajaría a Cedar Grove, Nueva Jersey, para investigar a Sheldon McFee, el conductor involucrado en el camión que transportaba el arsenal de Nitrameno.

Angela Martinelli se acercó a la ventana para avisarle a Carter que había encontrado un departamento para ella. Carter intentó descartar su idea diciéndole que iba a llegar tarde al lugar donde iba, pero Martinelli leyó el anuncio explicando nuevamente las ventajas del lugar en el cual también serían vecinas si Carter aceptaba.

Al ver que Carter estaba tratando de ignorarla, Martinelli pensó que su amiga no quería mudarse al mismo edificio por la razón de que no quería estar cerca de ella, idea que Carter negó diciendo que ella misma sería una mala vecina. Carter sabía que la razón real era que no deseaba poner a otra compañera de cuarto en peligro como había pasado con Colleen O'Brien, pero también estaba consciente de que no podía darle esa excusa a Martinelli. Cuando Jarvis llegó, Carter se marchó después de despedirse de Martinelli, quien se quedó triste pensando que Carter tenía algo en contra de ella.[2]

Llorando un colega[]

Aún estando afectada por la muerte de Ray Krzeminski, Margaret Carter visitó L&L Automat porque quería hablar con su amiga Angela Martinelli. Martinelli todavía estaba molesta con Carter por la forma en que ésta la había rechazado la noche anterior en su oferta de irse a vivir juntas al Hotel Griffith, así que la trató indiferentemente como si fuera cualquier clienta.

Carter le pidió a Martinelli darle un momento para conversar, y al darse cuenta de que Carter realmente estaba triste, Martinella aseguró tener todo el tiempo para escucharla. Carter explicó que uno de sus compañeros de trabajo había muerto repentinamente ese día, sin dar más detalles para no revelar en qué trabajaba.

Carter reconoció estar sorprendida de la forma en que la muerte de Krzeminski la había afectado, dado que ni siquiera eran cercanos y él había sido un idiota con ella siempre, afirmando también que a pesar de eso, él era bueno en su trabajo. Martinelli le ofreció a Carter todo el apoyo que podía darle y ésta le preguntó si aún tenía la botella de licor que le había ofrecido la noche anterior. Acto seguido, Martinelli atendió a un cliente y luego salió de su turno para irse con Carter.[3]

Una turista en Nueva York[]

Dorothy Underwood y Margaret Carter fueron juntas a L&L Automat a desayunar, poco antes de que Carter entrara a trabajar a la Oficina de la Compañía Bell de Nueva York. Aunque Underwood salió con Carter simulando necesitar ayuda para conocer la ciudad, tenía otros planes con ella.

Durante la conversación, Underwood compartió un pedazo de su baguette con Carter, tal como lo hizo con Anya durante su tiempo en la Academia de la Habitación Roja en Rusia. Underwood le pidió a Carter un bolígrafo, explicando que quería convencer a Martinelli de que la acompañara en un recorrido por la ciudad de Nueva York; a causa de que podría perderse si no conocía algunos puntos de referencia.

Carter encontró un bolígrafo adjunto a la tarjeta de presentación de Edwin Jarvis y comenzó a pensar en él, mientras Underwood continuaba explicando que quería visitar Central Park, el Empire State Building, la Iglesia de la Trinidad y la Estatua de la Libertad. Underwood se dio cuenta de que Carter estaba distraída con otra cosa y volvió a captar su atención.

Carter le dijo que los lugares que quería ver eran trampas para turistas, afirmando que la forma correcta de conocer Nueva York, era hablar con su gente, pero no con las personas deshonestas que cubrían la ciudad. Carter le aconsejó a Underwood visitar Brooklyn, aunque ésta dijo tristemente que aún tenía ganas de conocer la Estatua de la Libertad; Carter explicó que la estatua no se movería de su lugar y que el espíritu que ésta representaba, se encontraba dentro de la gente.

Underwood quedó impresionada con las palabras de Carter, diciéndole que se oía como Steven Rogers, algo que Carter consideró un cumplido. Disimuladamente, Underwood tiró el bolso de Carter y rápidamente recogió las cosas que habían en él, quedándose la llave del Hotel Griffith sin que Carter se diera cuenta.

Underwood le agradeció a Carter sus consejos y le dijo que visitaría Brooklyn, preguntándole a la vez cómo llegar hacia ese lugar. Tomando el consejo que había recibido anteriormente, Underwood se retractó de su pregunta y se propuso encontrar el lugar por su propia cuenta; Carter le deseó suerte y se separaron.[4]

Un objetivo en común[]

Angela Martinelli presentó su audición para la obra teatral Casa de muñecas en el L&L Automat, y Esther, una de las clientas, aplaudió su breve demostración.

Martinelli se dirigió a la mesa donde Margaret Carter estaba esperando y le entregó una nueva llave de su habitación del Hotel Griffith, explicando lo difícil que había sido convencer a Miriam Fry de entregarle una copia del objeto perdido. Carter agradeció el favor aún sin saber dónde había perdido su llave original, y felicitó a Martinelli por su actuación, pero ella señaló que los productores de la obra le habían dicho que era la peor audición que habían visto. Martinelli reveló que era la séptima vez en el año que la rechazaban, por lo que finalmente había desistido de su sueño de ser actriz para unirse a la escuela de secretarias bajo un consejo que le había dado su padre, informando que iniciaría la semana entrante.

Carter se entristeció al escuchar eso y después, Edwin Jarvis apareció en la puerta del restaurante diciéndole a Martinelli que su charla tendría que seguir otro día. Martinelli entendió la indirecta y dejó a Carter a solas con Jarvis.

A causa de una discusión anterior, Jarvis le dijo a Carter que estaba muy contento de haber sido contactado por ella, pero Carter le aseguró que sólo trabajaría con él por tener un objetivo en común. Jarvis lo consideró justo y le informó que Roger Dooley lo visitó y que sus palabras le hicieron pensar que la Reserva Científica Estratégica podría estar considerando creer en la inocencia de Howard Stark.

Carter le dijo a Jarvis que investigar a Leviatán se había convertido en uno de sus principales objetivos, recordando que Stark aún era prófugo de la justicia. Jarvis reveló que Dooley quería información sobre sucedido en la Batalla de Finow en Alemania. Jarvis aseguró no haberle revelado nada a Dooley, pero señaló que Stark había visitado Finow en 1944 y cuando regresó de ese viaje, decidió construir una bóveda secreta, la cual había sido asaltada para perjudicar a Stark y vender sus inventos en el mercado negro.

Sabiendo que buscaban a una mujer que trabajaba para una agencia de asesinas encubiertas, Carter y Jarvis sospecharon que la mujer en cuestión podría ser la responsable del robo a la bóveda, y dado que la mayor debilidad de Stark eran las mujeres, descubrieron que definitivamente esta mujer estaba entre las varias conquistas de Stark. Carter le solicitó a Jarvis una lista de estas mujeres, pero éste aseguró que probablemente no tendrían suficiente tinta en Nueva York para hacer esa lista.[5]

Procedimiento 791[]

Margaret Carter llegó a L&L AUtomat para encontrarse con Edwin Jarvis, informándose mutuamente de sus intentos fallidos de rastrear a una amante de Howard Stark llamada Ida Emke. Mientras conversaban en el restaurante junto a Jarvis, Carter notó que los clientes estaban evacuando el lugar, y rápidamente reconoció que este procedimiento era propio de la Reserva Científica Estratégica.

Carter identificó a dos de los clientes restantes como los agentes Messner y Reese, de Washington, D.C., y le pidió a Jarvis bloquear la puerta principal para que los demás agentes no pudieran entrar. Carter se dirigió casualmente a uno de los agentes y comenzó a luchar contra todos los que la rodeaban, logrando derribarlos mientras Jarvis seguía asegurando la entrada, esta vez utilizando una silla como traba.

Jarvis le pidió a Carter huír por la puerta trasera después de acabar con el último agente, pero al salir, Carter fue confrontada por Jack Thompson, quien la estaba esperando en el callejón. Thompson le ordenó detenerse y no hacer movimientos bruscos, afirmando que los agentes de Washington no le habían creído cuando les advirtió que ella era difícil de atrapar.

Carter le preguntó a Thompson qué estaba pasando, y él informó que un testigo la reconoció como la mujer que estaba con Leet Brannis durante la noche que murió, y que también había una fotografía de ella en La Martinique, en la noche en que Spider Raymond fue asesinado. Acto seguido, Jarvis también salió del restaurante y Thompson lo identificó como el mayordomo del fugitivo Stark.

Jarvis intentó explicar que todo era un malentendido, pero Thompson le ordenó guardar silencio. Carter le dijo a Thompson que toda esa evidencia no era lo que parecía, por lo que Thompson le solicitó acompañarlo para explicarle todo. Carter le dijo a Thomspon que no permitiría ser arrestada, y se disculpó por adelantado justo antes de desarmarlo y noquearlo.

Carter le pidió a Jarvis reencontrarse con ella en la Casa de Dublín, ya que necesitaba recuperar algo que había dejado en el Hotel Griffith. Jarvis trató convencerla de no regresar al hotel, ya que sería el primer lugar donde la buscarían, pero Carter entre lágrimas reveló que lo que iría a buscar era la última muestra de sangre de Steven Rogers.

Carter intentó salir del callejón y Daniel Sousa apareció para arrestarla bajo los cargos de traición, espionaje, ayuda y obstrucción, debido a que estaba ayudando al enemigo número uno de los Estados Unidos, Stark. Carter intentó explicar que había cosas que él no podría entender ahora, pero cuando Sousa se dio cuenta de que Thompson estaba en el suelo, comenzó a desconfiar aún más de Carter.

Carter sabía que Sousa no le dispararía y le suplicó dejarla ir; Sousa le advirtió que si se iba, él sabría que los cargos contra ella eran ciertos. Al verse sin opciones, Carter se disculpó con Sousa y huyó al Hotel Griffith.[5]

Enjuiciamiento[]

Daniel Sousa acudió con Jack Thompson cuando éste recuperó la conciencia en el callejón detrás del L&L Automat. Thompson preguntó cómo había permitido que Margaret Carter escapara, pero Sousa aseguró no poder perseguirla y también señaló que su actuación no era algo de lo que tendría que sentirse orgulloso.

Thompson seguía sin asimilar que Carter era una traidora, y le preguntó a Sousa si él lo sabía. Sousa aseguró que últimamente sospechaba que Carter ocultaba algo, pero no había confirmado sus sospechas hasta encontrar una evidencia que la incriminaba.

Thompson le propuso a Sousa ir al Hotel Griffith para analizar la habitación de Carter, pidiéndole moverse rápido mientras Sousa lo seguía, intentando caminar con normalidad utilizando su bastón. Ambos agentes abordaron su auto y se dirigieron al Hotel Griffith.

Referencias[]

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