- "Yo le digo la Expansión. Este es mi propósito, y ahora este es el tuyo también. Durante miles de años implanté miles de extensiones de mi ser en miles de mundos. Debo cumplir el único propósito de la vida, crecer y esparcirme cubriendo todo lo que existe hasta que todo sea parte... ¡de mí!""
- ―Ego a Peter Quill
La Expansión de Ego fue un conflicto intergaláctico orquestado por el Celestial Ego de asimilar y conquistar el universo, mediante la implantación de plántulas alienígenas para terraformar todos los planetas que sostienen la vida y concibió varios hijos con la esperanza de que uno naciera con su ADN Celestial.
No obstante, pese al tiempo invertido en llevar a cabo esto, Peter Quill un niño de la Tierra, heredó los genes Celestiales de Ego y resultó ser el objetivo principal de él. Quill fue convencido de aceptar el acuerdo de su padre y se vio obligado a iniciar el proceso de terraformación en el cosmos. Su plan finalmente fue frustrado por los Guardianes de la Galaxia, antes de que él lograra tener éxito en la planificación de la terraformación intergaláctica para matar a toda la vida y a miles de millones de las poblaciones de todos los planetas objetivo. quienes lograron matar a Ego destruyendo se núcleo.
Antecedentes[]
- "Deseaba más. Quería hallar el significado: debe haber más vida en todo el universo. No yo solamente, dije yo. Así que, me vi a tarea de hallarla."
- ―Ego a Peter Quill
Nacido sin cuerpo ni padres poco después de la creación del Universo, el Celestial Ego se convenció de que era el único Celestial que quedaba en el cosmos, creyendo que su raza estaba en peligro de extinción. Ego nació como un gran ser parecido a un cerebro que viajó entre las estrellas mientras, al mismo tiempo, ganaba sensibilidad y sapiencia. A medida que seguía desarrollándose, Ego construyó una estructura equivalente en forma de planeta alrededor de él. A lo largo de eones, Ego permaneció en soledad mientras observaba conscientemente cómo las civilizaciones galácticas surgían y caían simultáneamente, dándose cuenta de que toda vida que no fuera la de Ego era generalmente inútil debido a su naturaleza efímera. Ego encontró lo que él pensaba que era el verdadero significado de la vida: asimilar toda la vida en el cosmos y conquistarla para sí mismo.[1]
Conflicto[]
Engendrando híbridos[]
- "Fue con Meredith que experimenté el amor. Yo le decía mi 'hermoso lirio'. Y de ese amor, Peter, naciste. Te busqué, Peter, por tantos años. Y cuando oí de un hombre de la Tierra que sujetó una Gema del Infinito y lo hizo sin morir, supe que obviamente era el hijo de la mujer que amé."
- ―Ego a Peter Quill
Con el pasar del tiempo, Ego creó un avatar humanoide biológico como una extensión de su verdadero yo y emprendió un viaje entre las estrellas para llegar a miles de planetas que sustentaban la vida, implantando plántulas extraterrestres en todos los planetas que visitó para absorberlos. Esta estrategia requería una inmensa cantidad de energía Celestial, lo que la hizo imposible para Ego al no localizar la presencia de ningún otro Celestial. Por consiguiente, Ego uso su cuerpo humanoide para engendrar híbridos Celestiales con miles de miembros femeninos de múltiples especies extraterrestres, esperando que uno contenga su herencia Celestial para usarla en su expansión.[1] Entre sus miles de hijos híbridos, se encontraba Mantis,[2] a quien encontró en su estado de larva y conservó para usar sus habilidades empáticas para ayudarlo a dormir cuando era necesario. Sin embargo, la abrumadora descendencia biológica de Ego no heredó el ADN celestial necesario para Ego, quien mató a miles de sus propios hijos y escondió sus cuerpos en una cueva en su planeta.[1]
En la década de 1980, Ego viajó a la Tierra por primera vez para implantar una de sus semillas a las afueras de Misuri, Estados Unidos, donde conoció a la humana Meredith Quill. Ego y Quill eventualmente se enamoraron y engendraron un hijo llamado Peter Quill, quien heredaría exitosamente su ADN Celestial. Sin embargo, dándose cuenta que sus sentimientos por Quill podrían disuadirlo de su misión de expansión, Ego deliberadamente implantó un tumor cerebral en su cabeza. En 1988, Quill falleció frente a su pequeño hijo, quien poco tiempo después fue abducido por los Devastadores liderados por Yondu Udonta, contratados por Ego para secuestrar su progenie y llevarlo a su planeta. No obstante, sabiendo de las intenciones de Ego, Udonta decidió no entregar al niño y entrenarlo para que se convirtiera en un Devastador.[1]
Batalla en el Planeta de Ego[]
- "Trabajé tan duro al buscar la forma que mejor se adecuara a ti ¿y así agradeces lo que hice? Tienes que crecer, te hace mucha falta. Quería que lo hiciéramos juntos, pero ahora para que lo entiendas vas a pasar los siguientes diez siglos siendo una batería."
- ―Ego a Peter Quill
Tras la Batalla de Xandar, Ego descubrió que Peter Quill había heredado sus poderes al oír que pudo resistir la Gema del Poder y se emprendió en su búsqueda. Acompañado de Mantis, Ego interceptó a Quill y los Guardianes de la Galaxia en Berhert, donde se presentó como su padre y los llevó a su planeta. Ahí, Quill aprendió de su padre acerca de su herencia como Celestial híbrido, además de aprender a como manipular la energía y usarla. Sin embargo, una vez que Ego le reveló que había causado la muerte de su madre, Quill intentó atacar a Ego y provocó que este usara una extensión de energía para contenerlo como una batería, drenando y absorbiendo su poder Celestial en su propio cerebro. En el proceso, la expansión terraformadora de Ego dio inicio y las semillas implantadas en diversos planetas se activaron, comenzando a expandirse en enormes masas azules que estallarían del suelo de los planetas, entre ellos la Tierra, Aakon, Arago-7, Easik, Hala y Xandar.
Los Guardianes de la Galaxia lucharon contra Ego para evitar que completara su expansión dentro del universo. Para matar a Ego, y considerando que no había otras opciones para matarlo, los Guardianes tuvieron que viajar más bajo tierra para encontrar el cerebro de Ego y destruirlo. Mientras Ego luchaba contra Peter Quill, quien en esa etapa había alcanzado un estado similar al de un dios Celestial, Groot plantó una bomba nuclear en la superficie del cerebro. Con cada oportunidad que Ego tenía de absorber el poder celestial de Quill, las plántulas plantadas se expandían dramáticamente, consumiendo pueblos enteros y todas sus formas de vida constituyentes en el proceso. Sin embargo, Peter Quill detuvo a su padre lo suficiente como para que la bomba que fue colocada en el cerebro de Ego detonara, matando así a Ego. Como resultado, todas las manchas en expansión dentro del cosmos cesaron cuando Ego murió.[1]
Consecuencias[]
- "Tal vez él fuera tu padre, muchacho, pero yo fui quien te crió. Lamento los errores que cometí. Siempre vas a ser mi muchacho."
- ―Yondu Udonta a Peter Quill
Mientras el planeta de Ego colapsaba a raíz de la bomba en su cerebro, los Guardianes de la Galaxia, con excepción de Peter Quill y Yondu Udonta, lograron escapar antes de que el planeta se consumiera y estallara. En el proceso, Udonta llevó a Quill a la atmósfera del planeta, donde le entregó su traje espacial para salvarlo, eligiendo sacrificarse al morir en el espacio sin oxígeno y congelándose lentamente. Con su sacrificio, Quill encontró en Udonta un padre que lo crio como su hijo y eligió morir por él. Durante el funeral tradicional de Devastador de Udonta, los Guardianes de la Galaxia recibieron la visita de docenas de naves de clanes Devastadores, incluida la facción de Stakar Ogord, quienes llegaron para presentar sus respetos, lanzando una serie de fuegos artificiales en su honor.[1]