El Duelo en el Gran Montículo fue el enfrentamiento final entre T'Challa y N'Jadaka.
Antecedentes[]
N'Jadaka, ahora Rey de Wakanda, se asoció con W'Kabi y la Tribu Fronteriza, quienes le ayudaron a preparar sus envíos de armas de Vibranio al resto del mundo con el fin de acabar con la opresión que sufrían los ciudadanos discriminados en el exterior.
T'Challa confronta a N'Jadaka.
Al presenciar el despegue de la primera nave, T'Challa la derribó y confrontó a N'Jadaka recordándole que no se había rendido en su duelo anterior, por lo que debían seguir luchando. Aunque Okoye le pidió a W'Kabi recapacitar, éste se mantuvo leal a N'Jadaka y le ordenó a sus hombres ir por T'Challa, sin embargo, éste se deshizo de todos ellos usando la energía cinética de su Hábito de Pantera.
Shuri a punto de ser superada por N'Jadaka.
Enfurecida por las decisiones erróneas de N'Jadaka, Okoye lo declaró no apto para gobernar y le ordenó a las Dora Milaje ayudar a T'Challa mientras ella y un grupo de aliadas se encargaban del nuevo rey. Más adelante, N'Jadaka logró deshacerse de sus enemigas y arrinconó a Shuri para matarla, no obstante, T'Challa descubrió que su hermana estaba en peligro y sin dudarlo, se lanzó contra su enemigo.[1]
Duelo[]
T'Challa y N'Jadaka pelean ferozmente.
Únicamente enfocado en salvar la vida de Shuri, T'Challa saltó hacia N'Jadaka y a causa del impulso, ambos cayeron hacia el Gran Montículo, caída en la que ambos se propinaron una serie de golpes. Reunidos en una de las vías del tren de la mina, T'Challa y su primo lucharon utilizando todas sus habilidades, las cuales les permitieron estar parejos. Al notar que N'Jadaka estaba utilizando un Hábito de Pantera tan resistente como el suyo, T'Challa se tomó un momento para pensar en qué hacer y optó por pedirle a Shuri activar los trenes de la mina. A pesar de que Shuri le advirtió que las ondas estabilizadoras del tren harían que su traje se desactivara intermitentemente, T'Challa aceptó el riesgo sabiendo que N'Jadaka tendría la misma desventaja.
N'Jadaka nota que su traje está fallando.
A medida que el tren pasaba en medio de ellos, T'Challa regañó a N'Jadaka por arriesgar la seguridad de Wakanda en una cruzada que solo le costaría la vida a inocentes. A pesar de que N'Jadaka afirmó que sus acciones se basaban en lo que sus enemigos le habían hecho, T'Challa le contestó que al iniciar un conflicto se había vuelto tan malo como ellos. Aclarando que no le importaba en lo absoluto matar a gente inocente, N'Jadaka se burló de forma sarcástica, prometiendo sepultar a sus víctimas junto a Zuri, lo que hizo a T'Challa reanudar el duelo.
T'Challa logra apuñalar a N'Jadaka.
Mientras otro tren pasaba, N'Jadaka encontró la lanza que había perdido en la caída y la utilizó como arma adicional. Aunque N'Jadaka estuvo a punto de empujar a T'Challa a las profundidades de la mina, éste último notó que faltaba poco para que los estabilizadores se apagaran, así que se mantuvo luchando y evadiendo los ataques de su enemigo. Finalmente, el sistema de trenes se apagó y T'Challa hizo que N'Jadaka soltara su arma, solo para atraparla el mismo y clavársela en el pecho, justo antes de que los trajes de ambos se reactivaran por completo.[1]
Consecuencias[]
N'Jadaka logra cumplir su sueño.
Al ver su innegable derrota, N'Jadaka reconoció el hábil movimiento de T'Challa y comenzó a conversar con él sobre las historias que su padre le contaba acerca de Wakanda, específicamente los hermosos atardeceres que tenía. Sintiendo el dolor de su primo, T'Challa lo ayudó a llegar a una de las salidas del Gran Montículo, acompañándolo a ver la puesta de sol. Ahí, N'Jadaka rechazó la oferta de T'Challa de ser curado, ya que sabía que su destino sería ir a prisión, pidiéndole que arrojara su cuerpo al océano. Habiendo cumplido su sueño de ver un atardecer en Wakanda, N'Jadaka retiró la lanza que tenía aún en el pecho y murió en paz al lado de T'Challa.[1]