- "Toda mi vida estuve esperando este momento. Entrené, mentí, asesiné, todo por llegar aquí. Asesiné en Estados Unidos, Afganistán, Irak... ¡le quité la vida a mis hermanos y hermanas en este continente! Maté a tantos, sólo para seguir contigo."
- ―N'Jadaka a T'Challa
La Coronación de N'Jadaka, también conocida como Batalla por el trono, fue un duelo solicitado por N'Jadaka para desafiar a T'Challa por el manto del Rey de Wakanda.
Antecedentes[]
A pesar de ser wakandiano, N'Jadaka fue criado bajo el nombre de Erik Stevens en Oakland, California, por su padre N'Jobu, quien le prometió que algún día irían a su país natal. Un día, N'Jadaka estaba jugando baloncesto con sus amigos hasta que vio en el cielo a la Garra Real despegando del edificio de apartamentos donde vivían. Al regresar a casa, N'Jadaka encontró a su padre muerto con heridas de garra en el pecho, así que lo acunó en sus brazos mientras lloraba por él. Poco después, encontró un anillo en el diario de su padre y leyó las notas que él tenía ahí.
Debido a su etnia africana, N'Jadaka creció en la pobreza y en la opresión. Decidido a cumplir el sueño de su padre para que Wakanda gobernara por sobre todas las naciones del mundo, N'Jadaka decidió buscar venganza para reclamar lo que le pertenecía. A temprana edad, se graduó de Anápolis y se graduó a los 17 años, y luego fue al MIT, donde obtuvo su posgrado. Habiendo completado sus estudios, N'Jadaka se unió a la armada de los Estados Unidos, en la cual fue partícipe de una unidad fantasma del Mando Conjunto de Operaciones Especiales, convirtiéndose así en un mercenario al que comenzaron a llamar Killmonger por su valentía y coraje en las misiones.
En 2016, N'Jadaka se asoció con Ulysses Klaue, con quien robó un martillo de Vibranio del Museo de Gran Bretaña. Aunque el robo fue un éxito, Klaue fue capturado por T'Challa, lo que obligó a N'Jadaka a ir por él para rescatarlo. A pesar del trato que tenía con Klaue, N'Jadaka terminó traicionándolo y asesinándolo para entregarle su cuerpo a los Wakandianos y ganarse su favor. N'Jadaka llegó con el cadáver a la frontera de Wakanda y se lo presentó a W'Kabi, quien rápidamente simpatizó con él al estar decepcionado de T'Challa, quien había dejado escapar a Klaue previamente.
Estando frente al Consejo Tribal, N'Jadaka exigió ser Rey de Wakanda, y cuando T'Challa y Ramonda intentaron hacer que se lo llevaran, éste se vio obligado a revelar que era el hijo del príncipe N'Jobu. Como N'Jadaka estaba en su derecho, T'Challa decidió aceptar su reto para decidir si seguiría siendo rey o no.[1]
Coronación[]
En la Cascada de Guerreros, N'Jadaka se quitó la camisa y expuso las cicatrices que tenía en todo el torso, afirmando que cada una representaba a las víctimas estadounidenses, afganas e iraquíes que había asesinado para llegar a su duelo final con T'Challa. Zuri procedió a darle de beber una sustancia para inhabilitar los poderes de la Pantera Negra y la confrontación comenzó. Inicialmente, el duelo se vio parejo, dado que ambos guerreros eran expertos combatientes; si bien T'Challa logró hacerle una herida en el rostro a N'Jadaka, éste rápidamente lo superó al cortarle una parte del muslo, el estómago y el brazo.
Eventualmente, T'Challa recibió una puñalada y se desplomó frente a su contrincante sin poder reponerse. Cuando N'Jadaka estaba a punto de ejecutarle para vengar la muerte de su padre, Zuri lo detuvo al cruzar su lanza. Como N'Jadaka se mostró desentendido, Zuri le confesó que la muerte de N'Jobu había sido su propia culpa, ya que T'Chaka se vio obligado a asesinarlo al ver que N'Jobu estaba punto de dispararle. Recordando que él solía llamar a Zuri "Tío James", N'Jadaka le aseguró que tanto él como T'Challa morirían, y lo asesinó a sangre fría sin inmutarse.
En un intento desesperado de vengar a Zuri, T'Challa intentó atacar a N'Jadaka, sin embargo, su esfuerzo fue en vano. Con su enemigo moribundo, N'Jadaka se tomó un instante para mostrarles a todos la derrota del hombre que debería haber protegido a Wakanda, hasta que finalmente lo tomó en brazos y lo arrojó por la cascada esperando a que la caída causara su muerte. A raíz de la ausencia de Zuri, otra wakandiana se acercó a N'Jadaka y le puso un collar ceremonial, proclamándolo así el nuevo Rey de Wakanda.[1]
Consecuencias[]
Para consumar su ritual de coronación, N'Jadaka bebió la Hierba de Corazón y se reencontró con N'Jobu en el Plano Astral. Al convertirse en Pantera Negra, N'Jadaka decretó que todas las plantas del jardín de hierbas fueran quemadas, y su primer mandato como Rey de Wakanda, fue comenzar a trabajar en la exportación de armas de Vibranio para los operativos encubiertos en todo el mundo.
Simultáneamente, un pescador de la Tribu Jabari encontró a T'Challa flotando en el río y lo puso a disposición de M'Baku, quien decidió salvarle la vida por haberle perdonado la suya en su confrontación previa. Mientras N'Jadaka comenzaba a instalarse como Rey, Nakia, Ramonda, Shuri y Everett Ross escaparon de Wakanda. Sin embargo, fueron capturados por los Jabari. Al tener a la familia de T'Challa suplicando misericordia, M'Baku los llevó con T'Challa, a quien le dieron la última Hierba de Corazón para que resucitara.
Al despertar en el Plano Astral, T'Challa fue recibido por T'Chaka, quien lo invitó a unirse a él y sus antepasados. No obstante, T'Challa discutió con su padre por haber asesinado a N'Jobu y haber abandonado a N'Jadaka sin considerar que él era un niño inocente, además de juzgar a las demás Panteras Negras por haber mantenido a Wakanda aislado de todo el mundo sin darse cuenta de que estaban ignorando el sufrimiento ajeno.
Declarando que su trabajo no estaba terminado, T'Challa regresó a la vida y fue recibido por su familia. Más tarde, T'Challa se acercó al trono de M'Baku y le agradeció su ayuda, pidiéndole al mismo tiempo algunos soldados Jabari para derrocar a N'Jadaka. A pesar de que M'Baku prometió cuidar a Ramonda, Shuri y Nakia, se negó a enviar hombres a morir para ayudar a otras tribus que nunca habían tratado de llevarse bien con la suya, recordándole a T'Challa que su deuda ya estaba saldada.[1]