La Convergencia es un acontecimiento cósmico que se produce aproximadamente cada cinco mil años.
Historia[]
Durante la Convergencia, todos los Nueve Mundos de Yggdrasil están alineados. Está alineación hace que los límites dimensionales entre cada mundo sea delgada, lo que resulta en diversas anomalías físicas que ocurren al azar. Estos fenómenos son cambios en la gravedad, extrusiones espaciales, y posiblemente desgarrando el tejido de la realidad. Quizá lo más notable son los agujeros de gusanos invisibles que permiten que la materia pudiera moverse entre los mundos. A medida que la Convergencia alcanza su ápice, varios agujeros de gusanos más grandes son abiertos en el cielo sobre zonas del centro de cada mundo, con cada portal actuando como una ventana a través de la cual se pueden ver partes de otros mundos.
Durante el evento de la Convergencia de un pasado distante, Malekith intentó tomar ventaja de los límites debilitados entre los mundos para destruir el universo y devolverlo a su estado natural en la oscuridad, de la que los Elfos Oscuros se originaron, usando un arma de gran alcance conocido como el Éter. Sin embargo, los intentos de Malekith se vieron frustrados por los Asgardianos y su gobernante Bor. Después de esto, Malekith y los Elfos Oscuros restantes se retiraron y entraron en hibernación durante cinco mil años, hasta el momento en la que la próxima Convergencia surgiera, durante el cual Malekith realizaría un segundo intento. Él fracasó una vez más, esta vez debido al nieto de Bor, Thor.[1]
Consecuencias[]
Jane Foster estudió los efectos de la Convergencia, tanto antes como después de que ocurriera, haciendo importantes descubrimientos en el campo de la astro-física, y convirtiéndose en una seria candidata de ganar un Premio Nobel por su trabajo.[2]