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La Ciudad Kree es una instalación subterránea creada por una raza extraterrestre, los Kree, hace cientos de años en la Tierra.

Historia[]

Origen[]

Un grupo Kree llegó a la Tierra y estableció una ciudad antes de 2500 a.C., destinado a ser un lugar para los "dignos" que heredarían la Tierra, un grupo especial de humanos elegidos por los Kree, y transformarlos.

Para localizar la ciudad, los Kree dejaron una serie de artefactos conocidos como los Adivinadores, que eran letales para aquellos que no sean de una determinada línea genética. Una vez que las personas dignas tocaban el artefacto, el Adivinador mostraba una serie de símbolos con el templo en su centro, donde estos podían obtener el verdadero poder dentro del artefacto.[1]

Investigación preliminar[]

Phillip Coulson fue capaz de descubrir que las Palabras de la Creación implantadas en su mente son la memoria genética del G.H., que eran los planos de la ciudad, por lo que el cadáver extraterrestre y el Obelisco, que mostraba los símbolos al tacto, estaban conectados.[2]

Debido a esto, Coulson, con un pequeño equipo de agentes, trataron de localizar la ciudad antes que HYDRA, así planeando hackear la red de satélites controlados por la Fuera Aérea de los Estados Unidos desde la Base Aérea de Kaena Point.

Sin embargo, como la base estaba fuertemente custodiada, Coulson organizó un plan para infiltrarse en una estación más pequeña, donde tendrían seis minutos para piratear los satélites antes de ser descubiertos; durante la misión, ellos fueron emboscados por un grupo de HYDRA dirigido por Calvin Zabo.

A pesar de esto, S.H.I.E.L.D. fue capaz de localizar una formación de roca antigua que coincidía con el mapa 3D de la ciudad, resultando estar debajo de San Juan, en Puerto Rico.[3]

Búsqueda de la Ciudad Kree[]

Llegada a Puerto Rico[]

Mientras un grupo de agentes de alto rango de S.H.I.E.L.D. protegían a Raina en Vancouver, Phillip Coulson, Barbara Morse, Leopold Fitz, Jemma Simmons y Alphonso Mackenzie viajaron a Puerto Rico, con el fin de destruir la ciudad escondida.

En San Juan, Phillip Coulson y Barbara Morse se encargaron de obtener la información necesaria para poder ingresar en la ciudad oculta, por lo que se contactaron con Diego, quien les proporcionó los planos arquitectónicos necesarios y su ayuda para mantener alejada a la policía local. Después de que ellos consiguieron un punto de acceso que no estaba bajo el mar, Coulson le ordenó a Morse contactar a Diego nuevamente. Cuando ella preguntó cómo HYDRA planeaba liberar el poder del Obelisco si nadie podía tocarlo, Coulson respondió que tal vez exista alguien que si pueda hacerlo.[1]

La Garita del Diablo[]

Alphonso Mackenzie, Leopold Fitz y Jemma Simmons descendieron en el punto de acceso encontrado por Coulson y Morse, la guarnición del Castillo San Cristóbal, para abrir un punto de acceso a la ciudad escondida. Simmons comentó sobre la leyenda de “La Garita del Diablo” o "El Centinela del Diablo" y explica que el fuerte fue construido en el siglo 18 y la torre en 1634, y desde entonces tuvo la fama de estar embrujada.

A través de un Agujero de Ratón, Mackenzie abrió una entrada a la ciudad oculta, revelando un profundo agujero en la superficie. En el sitio, Simmons comentó que, de acuerdo a la leyenda, varios guardias de la torre de vigilancia desaparecieron, pero tanto Mackenzie como Simmons se mostraban incrédulos ante esas historias. Posteriormente, Phillip Coulson y Barbara Morse verificaron su progreso, a lo que Fitz mencionó que los E.N.A.N.O.s estaban listos y activó tres de ellos para descender al agujero. Mientras los agentes hablaban sobre cuánto tiempo tardarían y de los diferentes factores del templo, los E.N.A.N.O.s se desconectaron dentro de la ciudad apenas llegaron.[1]

Centinela de la ciudad[]

Debido a esto, Alphonso Mackenzie decidió descender a la ciudad, a través del agujero de aproximadamente tenía 100 pies de altura. Phillip Coulson le dio una pistola, por si acaso, y le ordenó arreglar los E.N.A.N.O.s, los cuales aparentemente se desconectaron por obra de la ciudad según Leopold Fitz. Antes de bajar, Coulson le pidió a Mackenzie que tire tres veces el cable si necesitaba ayuda. Una vez que llegó al fondo del agujero, Mackenzie encontró los E.N.A.N.O.s en el suelo y tocó los símbolos en la entrada, lo cual desencadenó una reacción que transformó lentamente a Mackenzie en un guardia de la ciudad, apareciendo las Palabras de la Creación en su mano.

Al escuchar los gritos de dolor de Mackenzie, Coulson ordenó sacarlo. Cuando lograron traerlo, Mackenzie continuó gritando y temblando, a lo que Morse trató de hablar con él, mientras Simmons trataba de revisarlo. Finalmente, Mackenzie sucumbió a la transformación y comenzó a atacar a sus amigos con su fuerza sobrehumana. Morse se vio obligada a pelear contra su amigo, pero sus ataques eran ineficaces e incluso resistió las balas del R.E.C.I. de Coulson. A pesar de sus intentos de razonar con él y mantenerlo a raya, Morse electrocutó a Mackenzie y lo dejó caer por el agujero cuando Fitz estuvo a punto de usar un arma de fuego contra él.[1]

Plantando las bombas[]

Antoine Triplett, Jemma Simmons y Leopold Fitz atravesaron los túneles de la ciudad con trajes protectores y colocaron bombas alrededor del templo, con el fin de evitar que HYDRA cumpla sus planes. Cuando los agentes lograron colocar dos de las cuatro bombas, Triplett se dio cuenta que estaban tardando incluso para escapar a tiempo, así que Fitz sugirió y logró convencer a los demás de separarse para colocar todos los explosivos. A pesar de las objeciones que tuvieron Simmons y Triplett, el trio logró colocar las bombas y volver a reunirse bajo la guarnición.[4]

Descenso a la ciudad[]

Raina logró descender a la ciudad tan pronto el Taladro de Plasma usado por HYDRA abrió un cambio desde el Teatro Ponce de León de San Juan, llevándose el Obelisco con ella. Caminando por los túneles, ella se encontró con Alphonso Mackenzie, bajo la influencia de la ciudad, y lo llevó hasta una cámara, permaneciendo este fuera de la habitación. Skye y Phillip Coulson descendieron a la ciudad por separado, para perseguir a Raina y evitar que use el Obelisco. Asimismo, Antoine Triplett también bajó para quitar los detonadores de las bombas y salvar a sus compañeros de las explosiones.

Skye encontró a Alphonso Mackenzie, haciendo guardia en la entrada del templo y se sintió aliviada de encontrarlo. Después de ver que Mackenzie no le respondía y tenía los ojos rojos, Skye intentó sacarlo, pero ella al final decidió continuar y entrar al templo. Dentro de la cámara, Skye encontró a Raina, con esta última hablando del destino que ambas tenían mientras Skye se mostraba incrédula a sus ideas y pidió entregar el Obelisco. Sin embargo, el Obelisco se activó y flotó hasta el pedestal en medio del templo; Skye le pidió a Raina que se detenga, pero según ella era imposible que suceda.

Las puertas del templo comenzaron a cerrarse, así que Raina le dice que era su oportunidad de irse. Afuera del templo, Phillip Coulson se encontró con Mackenzie, quien seguía custodiando el templo como sirviente de la ciudad y atacó a Coulson. Mientras tanto, Triplett logró desactivar los explosivos y entró en el templo donde estaban Skye y Raina, a pesar de que Skye trató de advertirle de no hacer eso, quedando lo tres atrapados. El Obelisco se abrió, revelando los cristales en su interior y liberó un gas que empujó a Skye y Raina hacia atrás. Posteriormente, Mackenzie fue liberado del control de la ciudad, y Skye y Raina comenzaron a ser cubiertas por un capullo. Triplett no se vio afectado e intentó evitar el proceso, por lo que destruyó de una patada los cristales. A pesar de sus esfuerzos, Skye fue cubierta completamente por la sustancia y Triplett quedó petrificado al ser lastimado por un trozo del Obelisco.

Los capullos de Skye y Raina comenzaron a romperse y Skye vio como su amigo moría a causa del Obelisco. Esto provocó que Skye liberara un poderoso sismo que destruyó su capullo y el cuerpo petrificado de Triplett, causando un terremoto que se sintió en todo San Juan.[4]

Evaluación final[]

Jemma Simmons se quedó con un equipo de S.H.I.E.L.D. en la Ciudad Kree para documentar todo lo posible sobre los túneles; Simmons dirigió un equipo para examinar la ciudad y evaluar su integridad estructural. Una vez que terminaron, ella recibió las órdenes de inundar la ciudad. Mientras estaba examinando un área en particular, descubrió los restos de Antoine Triplett, incluido lo que quedaba de su rostro, por lo que pidió que sean cuidadosos con ellos. Luego de atestiguar eso, Simmons siguió con su trabajo.[5]

Asesina subaterranea[]

Mientras supervisaba las últimas secciones de la Ciudad Kree, uno de los miembros del equipo científico fue atacado y asesinado por un ser desconocido. Minutos después, Jemma Simmons fue informada que las últimas secciones habían sido examinadas, por lo que concluyó que la ciudad fue tallada en roca de lava. Además, ella teorizó que las piedras creaban un campo de flujo electromagnético que no permitía usar aparatos electrónicos. Simmons se dio cuenta que podría pasar un año en la ciudad indagando para responder a todas sus preguntas, pero decidió fotografiar y marcar todo lo posible antes de inundar la ciudad.

Posteriormente, dos agentes fueron atacados por la misma persona y Simmons logró reconocer a la persona como Raina y le disparó. Raina fue capaz de resistir las balas y huyó de la Ciudad Kree usando uno de los ascensores de S.H.I.E.L.D.[5]

Destrucción[]

Jemma Simmons ordenó buscar a cada agente que había sido atacado por Raina, encontrando a dos muertos y tres en estado crítico. Ella luego mandó evacuar la ciudad, regresar a San Juan, para informarle a Phillip Coulson en el Campo de Juegos, y preparar lo necesario para inundar la ciudad. Acto seguido, Simmons dio la orden de explotar uno de los pozos verticales de la ciudad, permitiendo que el agua del océano ahogue la ciudad.[5]

Capacidades[]

La Ciudad Kree no permitió que ningún artefacto electrónico funcione dentro de las instalaciones, desactivando incluso los E.N.A.N.O.s al intentar explorar dentro de ella. Debido a esto, los agentes de S.H.I.E.L.D. tuvieron que recurrir a instrumentos más antiguos como antorchas y explosivos mecánicos.

También, la ciudad era capaz de controlar a otros cuando la piel de los intrusos tenía contacto con las paredes o pisos. Los controlados también podían recibir órdenes de los Inhumanos, como en el caso de Alphonso Mackenzie, quien cumple con las órdenes de Raina. Ellos se convertían en esclavos por la voluntad de la ciudad, con una mayor fuerza, durabilidad, y la capacidad de absorber energía sin ser afectados por ella. Una vez que el Adivinador era activado, la persona se liberaba del control de la ciudad.

La ciudad también era capaz de comunicarse con el Imperio Kree, enviando señales cada vez que un Adivinador era utilizado en el templo. Los Inhumanos modernos se sometían a la Terrigénesis sin la necesidad de usar la ciudad.

Apariciones[]

Apariciones de la Ciudad Kree

En orden cronológico:

Referencias[]

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