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"¿Un bunker de la Segunda Guerra Mundial?"
"Está 'derrumbado'. Definitivamente no es una instalación autorizada."
"¿Una Casa de huéspedes?"
Jemma Simmons y Leopold Fitz[fnt.]

La Casa de huéspedes fue un antiguo almacén secreto propiedad de la Reserva Científica Estratégica y luego de S.H.I.E.L.D., organización que lo utilizó como base para llevar a cabo el Proyecto T.A.H.I.T.I. Cuando Phillip Coulson, Jonathan Garrett, Leopold Fitz y Grant Ward ingresaron al lugar en busca del GH.325, el mecanismo de seguridad se activó y toda la instalación colapsó.

Historia[]

Fundación[]

La Casa de huéspedes fue una instalación fortificada oculta dentro de una montaña, localizada aproximadamente 17 millas al noroeste de una ubicación clasificada de América del Norte. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue utilizada para almacenar municiones, y la Reserva Científica Estratégica la ocupó posteriormente para operaciones clasificadas. A pesar de la fortificación que tenía, la Casa de huéspedes se vio afectada por algunos temblores en la década de 1950.[1]

Proyecto T.A.H.I.T.I.[]

A partir de la década de 1950, la Casa de huéspedes dejó de estar afiliada oficialmente a S.H.I.E.L.D., pero el Director Nicholas Fury la ocupó para llevar a cabo el Proyecto T.A.H.I.T.I., el cual consistía en desarrollar un medicamento capaz de resucitar a los Vengadores en caso de que alguno falleciera. El agente Phillip Coulson fue asignado por Fury a supervisar el proyecto.[2]

Un cadáver Kree que estaba en posesión de HYDRA fue requisado por la Reserva Científica Estratégica en 1945 y llevado a la Casa de huéspedes[3], donde los científicos descubrieron que los fluidos corporales del extraterrestre tenían numerosas propiedades, como crear medicamentos, entre ellos el GH.325, y también la de regenerar tejido celular.[1]

Seis agentes de S.H.I.E.L.D., incluidos Rebecca Stevens y Cameron Klein, se ofrecieron como voluntarios para el Proyecto T.A.H.I.T.I. con el fin de tratar sus enfermedades y ser llevados a la Casa de huéspedes.

Tras el procedimiento, Coulson entrevistó a cada uno de los pacientes, quienes al principio no mostraron ningún efectos secundario, por lo que después de un período de observación, decidió darlos de alta. Justo antes de firmar la liberación de Stevens, quien iba a ser la primera en salir, los seis pacientes comenzaron a sufrir ataques de pánico, adoptaron la tendencia de escribir extraños símbolos en las paredes y además fueron diagnosticados con afasia o catatonia.

Solo Sebastian Derik demostró mantenerse cuerdo, a pesar de sufrir efectos secundarios también; él dibujó en su cuerpo los mismos extraños símbolos que los demás, y afirmó que el dolor infringido le ayudaba a entender lo que escribía.

Coulson consultó la situación con la Doctora Goodman, uno de los médicos a cargo, e intentó cerrar el proyecto debido a los efectos degenerativos que mostraban los pacientes. Goodman intentó convencer a Coulson de la importancia del programa, teorizando que los recuerdos del Huesped fueron transferidos a los paciente a través del material genético utilizado en el suero GH.325, creando un enlace psíquico.

Goodman propuso borrar los recuerdos de cada paciente y darles nuevas identidades, a fin de que puedan tener una vida normal a pesar de no recordar que alguna vez fueron agentes de S.H.I.E.L.D. Coulson aceptó a regañadientes y accedió a que las memorias de los involucrados fueran reescritas. Cada paciente fue sometido, bajo la supervisión de Goodman, a un microcirugía neural asistida por robot para implantar nuevos recuerdos, a pesar de lo doloroso que sería para los afectados.

Mientras observaba las cirugías a cráneo abierto de los pacientes, Coulson lamentó su participación en el proyecto, pues sus colegas estaban conscientes en todo momento mientras se les manipulaba el cerebro con una máquina, algo que él consideró traumático.[4]

Cuando todo acabó y los pacientes fueron despachados, Coulson le recomendó a Fury cerrar el proyecto, ya que su experiencia no fue grata.[5]

Tras que Coulson fuera asesinado por Loki, su cadáver fue transportado a la Casa de huéspedes bajo las órdenes del Director Fury, quien le ordenó a Streiten [[[Resurrección de Phillip Coulson|resucitarlo]] utilizando los métodos explorados en el Proyecto T.A.H.I.T.I. Para garantizar que todo saliera bien, Fury reunió al equipo de Streiten, entre ellos Goodman y otros especialistas, los que resucitaron a Coulson exitosamente y le implantaron falsos recuerdos haciéndole creer que su tiempo muerto lo estuvo pasando en una hermosa playa en Tahití.[6]

Destrucción[]

Phillip Coulson decidió viajar al lugar donde fue resucitado con la intención de usar la metodología del Proyecto T.A.H.I.T.I. en Skye, quien fue herida de muerte por Ian Quinn. Con ayuda de algunos archivos, Leopold Fitz y Jemma Simmons descubrieron la ubicación de la supuesta instalación.

Coulson le ordenó a Fitz y Simmons estudiar el expediente de su resurrección, que tenía nivel 10 de autorización, para analizar los procedimientos y ver si alguno podía salvar la vida de Skye. A pesar de que Fitz y Simmons intentaron contactar con el Doctor Streiten, pronto se enteraron de que éste se había desligado de S.H.I.E.L.D. y que Betesda, el lugar donde Coulson fue resucitado, no existía. Accediendo a los archivos del Triskelion, Fitz y Simmons pudieron descubrir la existencia de la Casa de huéspedes, el lugar donde se guardaba el GH.325, medicamento que ayudó a Coulson a volver a la vida.

Coulson se preparó para asaltar el complejo con la ayuda de Jonathan Garrett, quien se unió a él en un intento de tomar la custodia de Ian Quinn. Coulson le ordenó a Grant Ward que los acompañara, y también quería la ayuda de Fitz en caso de que el equipo médico o la instalación sufrieran daños. Simmons y Antoine Triplett se quedaron en el Autobús, preparando a Skye para ser trasladada a las instalaciones y ser intervenida.

Coulson, Ward, Fitz y Garrett se acercaron a las puertas del complejo, mientras que los dos guardias de seguridad en el interior, Alpha y Beta, se sorprendieron al ver que alguien llegó sin previo aviso. Los guardias solicitaron una contraseña, pero como Coulson no la conocía y no se encontraba en ninguno de los protocolos de S.H.I.E.L.D., trató de razonar con ellos haciéndoles saber que un miembro de su equipo necesitaba urgentemente asistencia médica, pero no obtuvo respuesta.

Ward le disparó a la cámara de seguridad de la entrada, y Fitz hackeó las puertas, obteniendo acceso al complejo. Alpha y Beta se prepararon para defender la Casa de huéspedes, elogiando las habilidades de los agentes por haber sido capaces de entrar.

Coulson y sus hombres descendieron por un ascensor y notaron que el personal del complejo les tenía preparada una emboscada. Las comunicaciones con el Autobús no funcionaban, ya que se encontraban a gran profundidad, por lo que Fitz hizo un reconocimiento e informó que la puerta estaba bloqueada.

Una vez que entraron en la habitación, se produjo un tiroteo entre los agentes de S.H.I.E.L.D. y los guardias. Coulson trató de negociar nuevamente con éstos, pero ellos siguieron disparando. Eventualmente, Ward y Garrett despejaron el camino baleando a los dos guardias.

Coulson y Ward siguieron el rastro de sangre de uno de los guardias que quedó gravemente herido, y Coulson le preguntó si habían médicos. Él guardia aparentemente reconoció a Coulson, le dijo que no habían médicos, indicó que el temporizador de infiltración de la Casa de huéspedes estaba corriendo y falleció.

En ese momento, Garrett localizó una gran cantidad de Semtex esparcido en las paredes, y Fitz no pudo hackear el panel para volver a abrir las puertas a prueba de balas antes de que los explosivos destruyeran toda la montaña. Coulson les pidió a Garrett y Ward que desarmaran los explosivos o al menos encontraran una forma de escapar, mientras que él y Fitz fueron a buscar la droga GH.325. Mientras lo buscaban, Coulson encontró la habitación donde lo operaron, presenciando la máquina que reescribió sus recuerdos.

Ward y Garrett no lograron ubicar el detonador, por lo que alertaron a los demás de que la bomba estallaría inevitablemente. Ellos usaron Semtex para volar las puertas de seguridad y preparar el escape de emergencia.

Coulson y Fitz entraron en una habitación marcada con un letrero de contaminación biológica, la que estaba llena de diferentes compuestos químicos, y lograron localizar diferentes viales con medicamentos marcados con las letras GH, incluida la GH.325. Ward llegó para informarles que no podían esperar más. Coulson les ordenó a Fitz y Ward llevar la droga a Simmons, pero se quedó para revisar una bóveda marcada con el acrónimo T.A.H.I.T.I.

Dentro de la bóveda, Coulson vio una máquina con varios medicamentos que comenzaban con G.H., que estaban sintetizándose mediante algunos tubos. Al abrir la cámara, Coulson descubrió que todas las sustancias se conectaban al cadáver de un alienígena de piel azul, cuyos fluidos corporales eran la base de los medicamentos.

Garrett abrió la puerta con un pequeño explosivo tomado de las paredes, y les dijo a Fitz y Ward que se aseguraran de que Skye recibiera la sustancia, mientras iba a buscar a Coulson. Cuando Fitz se acercó al Autobús, se comunicó con los agentes que se encontraban dentro para despegar el avión y evitar el inminente colapso causado por la explosión.

Garrett encontró a Coulson deambulando por las instalaciones en estado de shock, y de repente comenzó a gritar que no podían darle la droga a Skye. Garrett convenció a Coulson para que se fuera antes de que la instalación explotara y toda la montaña se derrumbara.[1]

Sin que nadie lo supiera, Garrett robó varios viales, todos marcados con el prefijo GH, para continuar su trabajo y aplicar ingeniería inversa a la droga que resucitó a Coulson.[7]

Artículos en custodia[]

Apariciones[]

Apariciones de la Casa de huéspedes

En orden cronológico:

Referencias[]

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