La Batalla de Jotunheim fue la última gran batalla de la Guerra entre Asgard y Jotunheim. El ejército de Asgard logró vencer a los Gigantes de Hielo, Odín derrotó en un duelo a Laufey y le perdonó la vida manteniendo una tregua entre ambos reinos. Antes de regresar a Asgard, Odín se llevó consigo la fuente de poder de los Gigantes de Hielo, el Cofre de los Antiguos Inviernos, lo que dejó a Jotunheim en la ruina y a todos sus habitantes con ganas de vengarse de Odín y Asgard.
Antecedentes[]
- "Desde un mundo de frío y oscuridad vinieron los Gigantes de Hielo, amenazando con arrastrar al mundo mortal a una nueva era del hielo. Pero los humanos no iban a enfrentar solos esta amenaza."
- ―Odín a Thor y Loki
El rey de los Gigantes de Hielo, Laufey, violó un acuerdo de paz promulgado hacía muchos siglos por Odín, dirigiendo a su gente en una conquista de los Nueve Mundos. El primer objetivo era la Tierra, mundo en el que los Gigantes de Hielo invadieron Tønsberg, Noruega. Usando el Cofre de los Antiguos Inviernos, el rey Laufey asesinó a cientos de humanos aldeanos, hasta que los Asgardianos reunieron a un ejército con sus mejores guerreros y expulsaron a los Gigantes de Hielo de la Tierra.[1]
Batalla[]

Laufey es derrotado por Odín.
Los Gigantes de Hielo regresaron a Jotunheim, supuestamente para reponer sus fuerzas, pero Odín llevó a un gran número de poderosos guerreros Asgardianos contra ellos. Después de una larga y difícil batalla, donde Odín personalmente derrotó a Laufey mientras estaba herido debido a la pérdida de su ojo derecho. Odín más tarde le ofreció una tregua a los Gigantes de Hielo, la cual Laufey se vio obligado a aceptar. Antes de retirarse, Odín confiscó el Cofre de los Antiguos Inviernos, la fuente de poder de los Jotuns, dejando así al mundo en ruinas.[1]
Consecuencias[]

Odín decide adoptar a Loki.
Antes de regresar a Asgard, Odín encontró a un bebé que había sido abandonado durante el conflicto por su propio padre, Laufey. Odín adoptó al bebé para criarlo como si fuera asgardiano y lo nombró Loki. Con la tregua en marcha, la paz entre Asgard y Jotunheim se promulgó durante más de mil años. En el día de la ascensión de Thor al trono de Asgard, Loki usó sus poderes para que varios Gigantes de Hielo accedieran a la Cámara de Odín para recuperar el Cofre de los Antiguos Inviernos, pero fueron asesinados por el Destructor.[1]